Transformación de un Juniperus chinensis:

Transformación de un Juniperus chinensis: delicadeza, equilibrio y carácter en un bonsái.

Descubre el proceso completo de transformación de un Juniperus chinensis con doble ápice. Aprende técnicas de poda, definición de frentes y diseño de masas para realzar su esencia natural sin perder carácter.

Introducción:

El reto de un bonsái con historia

El protagonista de esta transformación es un Juniperus chinensis con una estructura muy particular: dos ápices, múltiples copas y un carácter robusto y voluminoso. A pesar de su presencia imponente y su apariencia natural, este bonsái presentaba ciertos desafíos estéticos y estructurales. Su evolución parecía haberse detenido por la ambigüedad en la elección del frente y por la necesidad de refinar su diseño sin sacrificar su esencia.


Objetivo: definir el frente y refinar el estilo

El trabajo se planteó con dos metas claras:

  1. Definir el frente principal, una decisión complicada debido a que ambas caras del árbol habían sido trabajadas en el pasado. Sin embargo, una de ellas destacaba por tener un nevari (base de raíces) más interesante y estético.
  2. Conseguir un diseño más delicado y refinado, más acorde con el estilo personal del artista, alejándose de una forma tosca y pesada que podría romper la armonía visual del conjunto.

 


Características únicas del bonsái

Este bonsái destaca por:

  • Su aspecto natural y realista, con copas múltiples que rompen la silueta típica.
  • La presencia de varios troncos, poco común en juníperos, que le dan una sensación de árbol grande y maduro.
  • Un nevari ancho y ramificado, que aporta solidez y carácter desde la base.

 


Técnica y sensibilidad: un proceso de poda consciente

Para lograr los objetivos, se comenzó con una poda estratégica de los ápices:

  • Se evitó crear el típico triángulo perfecto, que restaría naturalidad.
  • Se eliminó el ápice más discordante mediante poda ligera, para mantener la esencia del árbol.
  • Los brotes innecesarios se redujeron sin eliminar la irregularidad, respetando la estética informal y natural del bonsái.

Se optó por un trabajo sutil: muy poco alambre, mucha tijera y podadora. La mayoría de las masas fueron definidas mediante la eliminación de ramas colgantes, brotes débiles o mal orientados, y ajustando estructuras hacia arriba para favorecer la entrada de luz y aire.

 


Limpieza de ramas: dar movimiento y orden sin rigidez

Una parte clave del trabajo fue la limpieza de las ramas por debajo. Este proceso permite:

  • Mejorar el movimiento visual de las ramas.
  • Evitar la rigidez excesiva en las masas.
  • Lograr una estructura más ligera, coherente con la idea de múltiples copas a distintas alturas.

Además, se prestó especial atención a la inserción de las ramas para evitar desgarros, ya que en este ejemplar el follaje se desprende con facilidad.

 


Equilibrio entre orden y caos: masas irregulares y naturales

Se evitó la creación de masas de follaje excesivamente simétricas o pulidas. Esta decisión estética fue fundamental para mantener el “rollo” natural del árbol, que recuerda a un árbol de montaña expuesto al viento y al paso del tiempo. Se aplicaron pocos alambres, solo en brotes necesarios para redirigir hacia arriba.

 


Resultado final: de repollo a árbol escultural

El resultado fue un árbol que pasó de parecer un “repollo” o “brócoli” a convertirse en un bonsái artístico y ligero, donde las líneas de troncos y ramas se aprecian claramente entre las masas de follaje. La estructura múltiple, las diferentes alturas y el uso mínimo de alambre permiten un diseño armonioso pero no rígido, manteniendo el carácter salvaje del árbol.

 


Próximos pasos: creación de sharis y evolución futura

Aunque el trabajo principal está terminado, se contempla añadir sharis (zonas de madera muerta) el mes siguiente. Esto:

  • Aportará más dramatismo visual y contraste.
  • Reforzará la imagen de árbol expuesto a condiciones naturales duras.
  • Permitirá al árbol ganar en ligereza y dinamismo visual.

Además, el diseño abierto y aireado contribuirá a un mejor crecimiento, con menos riesgo de plagas como la araña roja, habitual en juníperos.

 


Conclusión: disfrutar el bonsái desde todos sus ángulos

El bonsái ahora puede disfrutarse desde todos los lados, no solo desde el frente seleccionado. Esta visión integral forma parte del arte del bonsái: cada ángulo cuenta una historia distinta.

Como comenta el artista: “Antes teníamos una bola, ahora tenemos un árbol”. Una transformación hecha con mimo, técnica y mucho respeto por la naturaleza del ejemplar.

 

Transformación de un Juniperus chinensis

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