Este cerezo de Santa Lucía o Prunus mahaleb, es un ejemplar impactante desde el primer momento. Muestra un tronco muy grueso y robusto que transmite esa sensación de solidez y fortaleza, lo que se suma a su apariencia majestuosa y poderosa. Su madera muerta, es otra característica muy destacada, con una textura craquelada y una forma única que le confiere un gran valor estético a este bonsái.