Guía completa de poda y alambrado para bonsái de arce

Cuando el árbol queda desnudo, llega el momento de la verdad. En este vídeo realizamos los trabajos fundamentales de invierno en un Bonsái de Arce.

Las hojas han caído y ahora podemos ver la estructura real del árbol. Como veréis hoy, no todas las ramas son iguales: en este ejemplar conviven ramas muy desarrolladas con injertos jóvenes de hace un par de años.

Cada una exige una técnica y una decisión diferente. Si quieres mejorar la estructura de tus caducos y lograr esa ramificación fina de invierno, este vídeo es para ti.

🎓 EN ESTE VÍDEO APRENDERÁS:

  • Selección de Ramas: Criterios profesionales para decidir qué se queda y qué se corta.
  • Alambrado de Detalle: La técnica para colocar cada ramita y densificar la copa.
  • Tratamiento de Heridas: Cómo sanear cortes antiguos, limpiar madera muerta y el uso correcto de la pasta cicatrizante.
  • Gestión de Injertos: Cómo integrar ramas jóvenes en la estructura de un árbol maduro.

El momento ideal para podar

Cuando los caducos pierden sus hojas, llega la época perfecta para trabajar en ellos. Algunos arces ya están completamente desnudos, mientras que otros mantienen tonos amarillos o rojos. En cualquier caso, es el momento de retirar las hojas y comenzar con la poda.

Objetivos de la poda en bonsái de arce

La poda no solo busca acortar ramas. También ayuda a:

  • Cerrar heridas antiguas y favorecer la cicatrización.
  • Proporcionar equilibrio entre tronco y ramas primarias.
  • Definir la estructura y preparar el árbol para futuras ramificaciones.

Por lo tanto, cada rama requiere un tipo de trabajo distinto según su desarrollo.

Cómo organizar la poda

Es recomendable avanzar por orden, rama a rama, evitando saltar de un ápice a otro. De esta manera, no se dejan trabajos incompletos y el árbol se mantiene claro y estructurado.

Ejemplo práctico

  • Se eliminan chupones con internudos largos que no aportan al diseño.
  • Se conservan ramas más finas y verticales que permiten bifurcaciones naturales.
  • Se sustituyen ramas gruesas por brotes más delicados para ganar movimiento.

 

El papel del alambrado

Después de podar, llega el turno del alambrado. El objetivo es orientar los brotes hacia el exterior y dar conicidad a las ramas.

  • El alambre debe colocarse suelto, con calibre suficiente para doblar sin clavarse.
  • Los brotes más largos se dejan crecer para ganar volumen.
  • Los más finos se bajan con alambre para formar la estructura básica.

Además, conviene marcar en la maceta la fecha de retirada de los alambres, evitando que se claven en la corteza.

Cuidado de heridas y cicatrices

Durante la poda aparecen cortes que deben protegerse. Para ello se utilizan pastas cicatrizantes, que sellan y favorecen la formación de callo.

  • La pasta tipo plastilina es especialmente eficaz en arces, ya que acelera la cicatrización.
  • En cortes grandes, se recomienda dar forma en bisel para que el callo cierre de manera natural.

 

Limpieza del tronco y prevención de plagas

Además de podar y alambrar, es importante limpiar el tronco y las ramas.

  • Se retiran escamas viejas de corteza con cepillos metálicos o de latón.
  • En huecos pequeños se usan cepillos cilíndricos para eliminar suciedad acumulada.
  • Esta limpieza mejora el aspecto del árbol y previene plagas que suelen anidar en la corteza vieja.

 

Resultado final

Tras la poda y el alambrado, el bonsái de arce muestra una estructura ordenada, con ramas abiertas en abanico y brotes orientados hacia fuera. Las heridas están selladas y el tronco limpio, listo para que en primavera los nuevos brotes llenen de vida la copa.

 

HERRAMIENTAS UTILIZADAS 

Para conseguir resultados precisos, es fundamental usar la herramienta adecuada. Estas son las que uso en el vídeo:

Corte y Poda:

 

Curación y Sellado:

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