Transformar el ito más feo en un bonsái espectacular​

Transformar material difícil es uno de los mayores retos —y placeres— del bonsái. En este artículo te cuento cómo transformé el ito más feo del jardín en un bonsái espectacular, partiendo de un plantón recto, pobre y aparentemente sin ningún potencial. Lo que parecía un simple palo seco terminó convirtiéndose en un diseño lleno de movimiento, carácter y creatividad gracias a técnicas de shari, torsiones extremas y un trabajo muy cuidadoso de protección y modelado.

Si alguna vez te has preguntado cómo transformar un ito feo en un bonsái espectacular, aquí encontrarás un paso a paso real, improvisado y lleno de trucos que podrás aplicar en tus propios árboles, incluso cuando el material inicial no acompañe. Porque en bonsái, la belleza no siempre está en el punto de partida… sino en lo que eres capaz de crear.

Evaluación inicial del material

Para poder transformar el plantón del ito más feo del jardín en un bonsái espectacular​nos encontramos con varios retos:

  • Tronco totalmente recto
  • Un tocón seco en la base
  • Ramas débiles y mal distribuidas
  • Madera cilíndrica sin interés
  • Mucha longitud y poca estructura

 

Pero también tiene ventajas:

  • Es largo y flexible
  • Permite torsiones extremas
  • Es un junípero (itoigawa), una especie que tolera muy bien trabajos agresivos

Este tipo de material es perfecto para practicar técnicas avanzadas sin miedo.

Limpieza inicial: hojas, ramas inútiles y base

Antes de cualquier torsión, David limpia:

  • Ramas bajas que no aportan
  • Brotes demasiado cercanos a bifurcaciones
  • Hojas viejas
  • Corteza suelta en la base
  • El tocón seco para entender dónde está la vena viva

Este paso es clave para ver la estructura real del árbol y decidir qué parte del tronco se puede convertir en shari.

Higiene y mantenimiento de herramientas

Un detalle muy valioso del vídeo es el recordatorio de limpiar las herramientas entre árbol y árbol. David utiliza:

  • Alcohol en spray (sí, del Mercadona)
  • Esponja húmeda para herramientas

Esto evita transmitir hongos o enfermedades y, además, deja las tijeras como nuevas.

Creación del shari: retirando madera para poder doblar

Aquí empieza la parte técnica potente.

David elimina entre un tercio y la mitad del tronco para:

  • Reducir grosor
  • Aumentar flexibilidad
  • Crear una veta viva clara
  • Preparar curvas más cerradas

Lo hace con:

El objetivo es que la madera siga la veta natural y no quede un corte plano artificial.

Protección del tronco: cinta + alambre guía + rafia

Para evitar roturas durante las torsiones extremas, David aplica un sistema de protección en capas:

    1. Capa 1: Cinta de algodón fina
      Protege la vena viva y compacta la madera.
    2. Capa 2: Alambre grueso (6–7 mm)
      Actúa como guía estructural para mantener la forma durante el doblado.
    3. Capa 3: Cinta de torsión más ancha
      Aporta resistencia extra y evita que la madera se abra.
    4. Abrazaderas temporales
      Mantienen el alambre pegado al tronco mientras se trabaja.

Este método permite hacer curvas muy agresivas sin comprometer la salud del árbol.

Torsiones y modelado: creatividad pura

Con el tronco protegido, llega la parte más espectacular:

  • Torsiones fuertes
  • Curvas amplias
  • Giros controlados
  • Movimiento en varios planos

David busca un diseño dinámico, con profundidad y volumen, evitando el típico “churrito” recto.

Además, utiliza tinta roja para marcar la vena viva y no perder la referencia durante el modelado.

Trabajo de las ramas secundarias

Una vez definido el movimiento principal:

  • Se alambran las ramas secundarias
  • Se colocan sin cortar las puntas
  • Se evita debilitar el árbol tras un trabajo tan intenso

En juníperos, las puntas guardan mucha energía, así que no se tocan hasta la siguiente temporada.

Resultado final y próximos pasos

El árbol pasa de ser un palo recto y feo a un diseño lleno de curvas, carácter y movimiento. No está refinado —ni debe estarlo— porque ahora toca:

  • Dejar crecer
  • Recuperar vigor
  • Esperar a primavera/verano para refinar
  • Retirar la cinta a mitad de primavera

El cambio es radical y demuestra que con técnica y visión, incluso el material más feo puede convertirse en algo especial.