Si quieres aprender a profundizar en el cultivo y realizar la poda de mantenimiento de los pinos, ¡este es tu lugar!
Pinzamos los pinos, les quitamos la aguja vieja, queremos brotación trasera… y ¿por què no podamos? Y no solo una vez, todos los años. Se consigue mucho con la técnica de PODA DE MANTENIMIENTO y se usa poco.
Descubre cómo realizar una poda de mantenimiento en pinos bonsái para conservar su tamaño, estimular brotación trasera y mejorar la estructura. Aprende paso a paso con consejos prácticos.
En el mundo del bonsái, especialmente en los pinos, se suele hablar mucho del pinzado —ya sea en tierno, maduro, o del momento exacto para cortar las velas. Sin embargo, existe una técnica igualmente esencial y menos discutida: la poda de mantenimiento.
Esta poda no busca formar el árbol desde cero, sino conservar su tamaño, fortalecer su estructura interna y estimular brotaciones traseras que aseguren su salud y estética a largo plazo.
La poda de mantenimiento es aquella que se realiza una vez el árbol ya ha sido estructurado y ha alcanzado una forma estable. Su propósito principal es:
Mantener el tamaño general del árbol, evitando que crezca 5 cm cada año de forma descontrolada.
Estimular brotación trasera, clave para la densidad del follaje.
Equilibrar el vigor en todo el árbol, de modo que todas las zonas tengan fuerza similar.
Evitar la pérdida de brotes internos por falta de luz o energía.
En este caso, el protagonista es un pino pentaphylla ya trabajado en años anteriores. Gracias a la poda realizada el año pasado por el maestro Marco Bernich, el árbol ha desarrollado mucha más densidad.
Este año se continúa con ese proceso, ajustando la forma sin guión fijo, dejando que el árbol mismo “pida” las intervenciones. Este enfoque dinámico permite trabajar con mayor sensibilidad y respeto hacia la morfología del bonsái.
Uno de los mensajes clave es que las técnicas no se utilizan de forma aislada. La poda de mantenimiento se complementa con otras como:
Alambrado, para reposicionar ramas y abrir espacios.
Eliminación de agujas viejas, para permitir la entrada de luz.
Aclarado de brotes, especialmente donde hay más de dos en un mismo punto.
Este enfoque integral permite una mejora estructural efectiva y duradera.
Antes de comenzar cualquier corte, se analiza el aspecto general del árbol. En este caso se identificaron varios puntos a corregir:
La primera rama lateral se dirigía hacia atrás, en lugar de hacia el frente, lo cual requería doblarla con alambre grueso.
El ápice estaba sobredesarrollado, por lo que se recortó para reducir la altura y reposicionarlo.
Se observaron masas de verde desordenadas en la parte baja, lo que exigía abrir huecos y crear volúmenes diferenciados.
Se utilizaron alambres de distintos grosores, anclados a gins traseros, para curvar las ramas hacia adelante.
Se ajustaron las subramas y terciarias, abriendo huecos entre masas de verde.
Se eliminaron ramas mal posicionadas, especialmente aquellas que crecían hacia abajo o eran excesivamente largas.
Se sustituyeron puntas gruesas por brotes más finos para mantener la delicadeza del diseño.
Se quitaron agujas viejas que impedían la entrada de luz a brotes interiores.
Se aclararon zonas densas para favorecer una distribución uniforme del verde.
Tras el trabajo:
El árbol presenta un aspecto más compacto y estilizado.
Las ramas principales y su base son ahora visibles desde el frente, un detalle estético muy valorado en bonsái.
La estructura interna queda más limpia y sana, con mejor acceso a la luz.
Se ha dejado espacio para que nuevas brotaciones se desarrollen de forma controlada.
La poda de mantenimiento no solo mejora el aspecto del bonsái, sino que prolonga su salud y vigor. Aunque pueda parecer una labor técnica, es también una práctica artística, donde el equilibrio y la observación son fundamentales.
Como se muestra en el video, esta técnica no es compleja ni tediosa, y los resultados valen la pena. Si se realiza con regularidad, el árbol responde con brotaciones vigorosas, mejor ramificación y un porte mucho más refinado.
PARTE II : Poda de trabajos de mantenimiento en pinos
En esta segunda parte sobre la poda de mantenimiento en pinos, aprende cómo refinar la estructura del bonsái, estimular brotes traseros y mantener un diseño armonioso con técnicas avanzadas pero sencillas.
Continuamos con el trabajo iniciado en la primera parte, donde abordamos la importancia de la poda de mantenimiento para conservar el tamaño y vigor del pino bonsái. En esta segunda entrega, el foco se centra en refinar la ramificación, abrir espacios, estimular la brotación trasera y tomar decisiones clave sobre la estructura del árbol.
A diferencia del primer trabajo, aquí se da un paso más hacia la definición estética y estructural del árbol:
Crear masas más diferenciadas para evitar un diseño “aburrido” o demasiado denso.
Eliminar ramas innecesarias que obstaculizan la luz o cruzan en direcciones erróneas.
Aprovechar el alambre existente, reutilizándolo para prolongar su vida útil sin perder eficacia.
Estimular brotes interiores y generar un bonsái más compacto, delicado y luminoso.
Antes de hacer cualquier corte, es esencial estudiar el árbol desde abajo y desde diferentes ángulos. Esto permite identificar:
Ramas que crecen en direcciones no deseadas.
Masas de verde excesivamente largas o sin estructura clara.
Puntos donde la luz no penetra correctamente, provocando pérdida de vigor en brotes internos.
Durante el proceso se aplican decisiones estratégicas como:
Reducir ramas largas o gruesas que nacen de zonas poco favorecedoras.
Sustituir ramas mal ubicadas por brotes más finos y mejor orientados.
Eliminar subramas conflictivas para evitar “bolas” de vegetación.
Por ejemplo, si una rama tapa a otra que recibe poca luz o si rompe con la forma triangular tipo “abanico” o “porción de pizza”, se elimina para mantener la estética y la salud del árbol.
Una recomendación muy útil explicada en esta parte del video es la reutilización del alambre de cobre. En lugar de quitarlo por completo, se puede:
Desenrollar y volver a enrollar con una vuelta más larga o en dirección contraria.
Así se prolonga la vida útil del alambre y se evita dañar la corteza del bonsái.
Se ahorra tiempo, esfuerzo y dinero, especialmente porque el cobre de calidad es costoso.
Uno de los momentos más significativos del trabajo fue la reducción de una gran rama del ápice, que había crecido de forma descontrolada por abandono anterior del árbol. Esta intervención:
Devolvió armonía a la línea del tronco.
Abrió espacio para brotes nuevos.
Permitió plantear un ápice más equilibrado para futuras temporadas.
Se trató de una decisión difícil pero necesaria, que asegura un árbol más estético y estructurado a largo plazo.
La poda también tuvo como objetivo:
Abrir huecos entre masas de verde para que la luz penetre y los brotes internos prosperen.
Mejorar la profundidad visual del árbol y su diseño general.
Permitir que la estructura interna respire y se desarrolle con salud.
Se eliminaron agujas viejas y brotes mal posicionados para favorecer este efecto.
El trabajo no termina aquí. Se deja claro que:
En cuanto las agujas nuevas se abran, se podrá hacer una nueva ronda de pinzado, retirando brotes enteros que se alarguen demasiado o crezcan en lugares no deseados.
Esto ayuda a mantener la silueta del árbol y permite que zonas interiores menos vigorosas se desarrollen.
Algunas ramas todavía se mantendrán hasta que broten sustitutas viables, planificando así la poda del próximo año.
Al final del proceso:
El árbol ha ganado claridad estructural, profundidad visual y salud.
Se han creado masas bien diferenciadas y organizadas.
La luz llega a todos los niveles, lo que mejorará el color, forma y sanidad de las hojas.
El siguiente paso será el trasplante en marzo, donde también se corregirá ligeramente el frente del árbol para mejorar su equilibrio visual. El bonsái ha evolucionado muchísimo en pocos años y está muy cerca de estar listo para su exposición como gran ejemplar.
Esta segunda parte demuestra que el arte del bonsái es un proceso de años, donde cada decisión impacta en la belleza y salud futura del árbol. A través de la poda de mantenimiento, la sustitución inteligente de ramas, y el control de la densidad del follaje, se logra construir un bonsái equilibrado, vigoroso y visualmente atractivo.
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Si tienes la creencia de que los pinos se modelen únicamente a base alambre, necesitas ver este vídeo.
Si quieres saber como hacer la poda de mantenimiento de un pino, necesitas ver este video.
Necesitas ver este video si:
En estos vídeos hemos trabajado con este Pinus Parviflora var “kokonoe”.
Pinus Parviflora var “kokonoe”
